lunes, 24 de diciembre de 2012

Capítulo 11:

No me lo cogía.Probablemente no lo oiría.Me senté en una silla de la cocina y vi que tenía varios mensajes de Noa. Decidí contestarlos primero, y luego, llamar otra vez a Ed.
Entonces bajó mi padre.
-No me lo coge.-Dije, porque ya me esperaba la pregunta.
-Pues espera un rato.-Contestó.
Entonces se me ocurrió preguntar algo obvio:
-¿Por qué quieres que venga, si a ti no te caía bien?
-Bueno...-dijo, sentándose.-no sé, mira Lloyd, te veo distinta.O sea, mejor.Mejor que hace dos meses.Mejor que hace un mes.Te veo feliz.¿Y por qué? seguramente ese chico tiene que ver.
Así que, si te hace feliz, yo soy feliz.Y me gustaría conocerle.
No sabía que contestar a eso.Así que sólo asentí.
-¿Cuándo viene Charlotte?-Pregunté.
-El domingo.-Contestó.
Siempre que venía, veíamos una película.Y estaríamos las dos solas.
Mi padre ya se iba, así que le pregunté.
-¿Puede venir Noa?
-¿Quién?
-Una amiga de clase.
-Ah sí, claro.-Y se fue.
Se lo dije a Noa vía WA y me contestó con un ''vale! :D''.
Llamé a Ed. A mí todo esto de que se viniera a cenar, no me hacía mucha gracia, pero bueno.
Esta vez sí me lo cogió.
-¿Sí?-preguntó.
-Buenas tardes, te he llamado antes y no me lo has cogido, que malo eres.
-¿Ah sí? no lo había oído.Estaba concentrado en mis pensamientos.
Me reí.Seguramente estaba durmiendo.
-Seguro, bueno que, ¿qué vas a hacer por Navidad?
-Pues me iré.
-¿Cuándo?
-Pues Lloyd, en Navidad.-dijo, riéndose.
-Digo el día exacto, ¿el 24?
-Puede ser.¿Por qué?
Uy que pena..., pensé.
-Por nada, es que mi familia ha tenido la genial idea de invitarte a cenar en Nochebuena.
-Ah, no pasa nada, me voy un día más tarde y listo.
La que me espera, me dije a mí misma.
-Que bien, pues entonces el lunes a las 19:00 en mi casa.
-Genial, ¿vas a hacer algo esta tarde?
-A ver, es viernes... ehmm ¡no!
-Vale pues luego te paso a buscar.Hasta luego, un beso.
-Hasta luego.-Y colgué.
-Que fría eres.-Me dijo mi madre, que estaba detrás de mí.
Pegué un brinco.
-Joder mamá, me has asustado.¿Me estabas espiando?
-No, si yo acabo de bajar.
-Seguro... le he dicho a Noa que se venga el domingo.
-Ay, yo conozco a su madre.Son buena gente.-Me dijo, entusiasmada.
-Pues vale...-dije sin darle importancia.
-¿Vas a salir?
-Sí.-Dije y me fui a arreglarme.
A las 18:00 llamaron a la puerta.
-¡No abráis que es para mí! -Dije y me levanté corriendo del sofá.
Me despedí de mis padres y salí.
Le di un beso a Ed y nos fuimos.
-¿A dónde me llevas? ¿A un cementerio, quizás?-dije, bromeando.
Me miró frunciendo el ceño y sonriendo.
-No, vamos a un sitio mejor.


domingo, 9 de diciembre de 2012

Capítulo 10:

A la salida de clase, Noa quiso acompañarme a casa.
Me empezó a contar cosas de su hermano y eso, no sé, tampoco le prestaba mucha atención.
Éramos la pareja perfecta, yo no hablaba y ella no callaba.
Pero al cruzar la calle me encontré con cierto pelirrojo. Noa seguía a lo suyo, y saludé a Ed.
-Hola.-Le dije, y le abracé.
-Hola.-Nos dijo.
Noa se quedó un poco cortada, y me dijo:
-Ayyy si yo tenía que irme a ayudar a mi madre con la tienda, llevará ya rato esperándome.¡Adiós!
-Adiós.- le dije, pero demasiado tarde, porque ya había salido corriendo.
-¿Quién era?- me preguntó Ed.
-Una compañera de clase.
-Así me gusta, que te hables con las niñas de clase.
Me eché a reír.
-Tú eres tonto.
-Lo intento.
Entonces recordé lo de ayer.
-Ah será mejor que me recojas todos los días después de clase, porque se supone que no puedo salir contigo.
-¿Eh?- me dijo, confuso.
-Sí, cosas de padres.
Asintió con la cabeza y fuimos hacia mi casa.
Y así pasaban los días.En los recreos iba con Noa a que me contara cosas sin importancia, (y otras que sí la tenían, como que se había enfadado con sus amigas por culpa de uno) y al salir de clase, con Ed. Mi madre siempre me veía con él al llegar a casa.Muchas veces estaba en el jardín regando las flores y nos saludaba.Me encubría, aunque me parece que se lo contaba a mi padre.Bueno, lo mismo daba, no me decían nada.Y de vez en cuando salía con él.Le quería mucho.

Pasó Noviembre y llegó el frío Diciembre.
A mediados de este mes ya llegaba mi hermana de la universidad.Habíamos acordado hacer una videollamada una vez al mes por lo menos, pero o ella estaba liada, o yo no tenía ganas de nada.
Pero ese día había llegado, así que en cuanto llegué del instituto, subí corriendo las escaleras, y mi madre me dijo:
-Oye a ver si invitas a Ed algún día y lo conozco más detenidamente.
-Claro, le diré que se vaya contigo y tus amigas a una reunión del té.
-Que guasa tienes, hija.
Y salí corriendo a encender el portátil.
Vi que Charlotte, mi hermana, estaba conectada al Skype.
Y empezamos la videollamada.
Nos parecíamos mucho (mismo pelo rubio, mismos ojos marrones) pero ella era más alta, y porqué no decirlo, más guapa.
-¡Holaaaaaaaaa enana!-Me dijo, entusiasmada.
-Hola.-Le dije, sonriendo.
-Te veo bien, ¿qué tal?
-Más que bien.
-Me alegro.
-¿Y tú?
-Genial, ya terminé las exposiciones, la semana que viene ya me ves en casa.
Es verdad, Charlotte llegaba a casa por Navidad, como el turrón.
-Y cenaremos todos en familia, ah me encanta la Navidad.-Dije, sarcástica.
-Ejem, bueno y me lo presentarás, ¿no?
-¿El qué? ¿A quién?
-¡A tu novio, tonta!
Novio.Claramente después de todos esos besos, abrazos y buenos momentos que habíamos pasado en el último mes, se le podía denominar así.Pero yo nunca lo había hecho, y me sonaba muy raro.
-Ah, sí, ya te lo presentaré.
-¿Cómo se llama?
-Ed.
En ese momento mi madre asomó la cabeza por la puerta.
-¡AH estás hablando con tu hermana y ni me avisas!
-Sí, hombre, ven.-Le dije.
-¿De qué habláis?-Preguntó mi madre.
-De que quiero conocer a Ed.-Dijo Charlotte.-Podría venirse a la cena de Navidad.
Horror.No.No.No.
-Ay pues es verdad.-Contestó mi madre.
-No, no, no, no.-Dije yo.
-¿Por qué?- preguntaron ellas.
-Porque no quiero que ya conozca a mi familia entera.
Porque nos íbamos a juntar mis abuelos, mis tíos y mis primos.
-Pero Lloyd, si la tía Margaret no va a venir, que más da.
La tía Margaret era la hermana mayor (y soltera) de mi madre.Siempre que venía se ponía ''contentilla'' y ponía el sing star de ABBA. Era un show.Pero este año había ''encontrado el amor'' y se iba a esquiar a los Pirineos, por lo tanto, no venía a cenar en Nochebuena.
-Da igual, seguro que no puede venir.
-Por preguntarle no pierdes nada.-Dijo mi hermana.
-¡Sí! corre, llámale.-Dijo mi padre, que no sé porqué había aparecido por arte de magia.
-¿Esto lo teníais planeado de antes, o qué?
-¡Vete a llamarle!-Me dijo Charlotte, y bajé a la cocina a llamarle.
Dejé a esos dos en mi habitación con el portáil, hablando con Charlotte, y llamé a Ed.



miércoles, 28 de noviembre de 2012

Capítulo 9 :

Fue un beso largo, cálido y muy, muy dulce.
Cuando me soltó, sonreí y le dije:
-Hasta mañana.
Salí del coche y me dirigí a mi casa.Tampoco sabía de que otra forma reaccionar.
A ver, me acababa de besar, estaba como en estado de shock.
Entré en casa y mis padres estaban en el salón, y fui a saludarles.
-Holaaaaa.-Les dije, medio atontada.
-¿Tú crees que son horas de venir? ¡Mañana tienes clase!-Me dijo mi madre.
-Pero si es pronto todavía.-Le dije. Bueno, eran las diez de la noche. Y no había estudiado ni nada.
-¿¡PRONTO!? ENCIMA TE HAS IDO SIN AVISAR.-Empezó a gritar mi padre.-QUE VAMOS, QUE NO SABEMOS NI A DÓNDE HAS IDO NI CON QUIÉN.LO MISMO TE HAS EMBORRACHADO, DROGADO O HABRÁS IDO A TIRARLE PIEDRAS A LOS TRENES, ¡QUÉ SE YO!
-Cariño, eres un exagerado.-Dijo mi madre.
-¿PERO QUÉ DICES? ¡HE IDO A LA CASA DE ED Y YA ESTÁ! NO HE HECHO NADA MALO, ¿SABES?- le grité a mi padre.
-¿QUÉ? ¿OTRA VEZ CON ESE?
Supongo que mi madre ya le habría contado la historia.
-SÍ, ¿QUÉ HAY DE MALO?
-No gritéis más, por favor.-Dijo mi madre.
-Dime, ¿cuántos años tiene?
-21.-Le contesté.
-¿MAYOR DE EDAD? LO QUE YO TE DIGA, MARY.
-BUENO QUE NO ME HE DROGADO.-Dije,  me fui dando un portazo y subí a mi habitación.
A lo que vino mi padre corriendo y dijo:
-Pues ya no sales más hasta que te comportes.
Y cerró.
Mi vida era algo así como ''pasa una cosa buena, otra mala''.Siempre era así.
Como odiaba todo esto.Ahora gracias a ... Ed, supongo, no podía verle.Vaya paradoja.
Le iba a seguir viendo igualmente.Eso lo tenía claro.


Al día siguiente, al salir de clase para ir al recreo, en la puerta del baño había una chica.
Noa se llamaba.Había ido conmigo desde el primer año de instituto, pero no habíamos sido amigas.Quizás alguna vez le había preguntado algo de los apuntes, o ella a mi, pero nada más.Se llevaba muy bien con todo el mundo, pero no era de esas que son populares y repipis. Algunas amigas  suyas sí lo eran.
-Hola, Lloyd.-Me dijo.
-Hola, Noa.-Le contesté.
-¿Me ayudas a hacerme una trenza? Es que yo sola puedo.-Dijo, señalando al baño.
¿Qué pasa? ¿Qué estaba manca? Me lo pensé.
-Por favor.-Insistió.
-Es que tengo que...
-¡Vamos!- dijo, y me agarró de la muñeca.
Entramos y cerró la puerta.
-¿Qué tal estás?-Dijo, mientras inspeccionaba el baño.
-Oye, ¿no me has metido aquí para que te haga una trenza, verdad?
-Claro que no.-Dijo, riéndose.
-Ahm...bueno, pues contestando a tu pregunta: estoy bien.Ya ha pasado más de un mes, y bueno, no estaré triste eternamente, ¿no?
-Já...no hablaba de lo de Taylor. Hablaba de ti, ayer vi que se te acercó el gilipollas de Joe a decirte algo.
-Ah ese...-Dije, mientras miraba el móvil.Tenía una llamada perdida.-Es una gran persona, después de llamarme fea me deseó la muerte.
-Será hijo de la gran...
-Bueno pero no me afecta.-La corté.-Tengo a gente que me quiere, con eso me basta.
-Claro, no le hagas caso, es ... no tiene nombre.Que sepas que me tienes aquí para lo que sea.-Dijo, y se iba a ir, pero continuó:
-Lloyd, por mucho que te digan, recuerda que eres preciosa.
Y se fue.
''¿Qué acaba de pasar?'' pensé.Que chica más..no sé, ¿habladora? ¿loca? ni idea.
Pero se tomaba muchas confianzas.Yo lo agradecía, pero era un poco agobiante.
Aunque, era bueno eso de relacionarse.Supongo.
Salí del baño, y me fui a mi banco.
Miré a ver quién me había llamado.
Era obvio quién era, porque nadie me llamaba.Le llamé, y me lo cogió.
-¿Sí? -preguntó.
-Eddie, querido, ¿qué haces llamándome cuando estoy en clase?
-Ahhh... se me olvidó que estabas en el instituto.¿A cuál vas?
-Pues al de al lado de mi casa, ¿por qué?
-Por nada.Bueno, estudia mucho, te tengo que dejar.Adiós.
-Adiós.
No pude evitar reírme.Sola, claramente.Vaya conversaciones más extrañas tenía yo con la gente.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Capítulo 8:

-¿Qué?- le pregunté,divertida.
-Luego te lo digo.-Dijo, sin darle importancia.-Pero dame el cuaderno, anda.
Se lo di de mala gana.
-Cuando la termines me la enseñas.
-Claro, claro.
-Enserio.
-Que sí.
Se sentó y ojeó su cuaderno.Pensé en lo que me había ocurrido hoy.En el tío ese y en Ed.
Lo que son las cosas, en mi casa estaba deprimida y aquí estaba tan a gusto.
-Bueno, no he leído la canción, ¿qué me vas a dar?
Me miró.
-Ahm, la alegría de escribir canciones.
Le miré con el ceño fruncido.
-No, no era eso.
Inevitablemente me reí.
-Mira, me haces reír.No me río en mucho tiempo, eres increíble.
-No lo creo.
Entonces me acerqué a él, me acerqué mucho a él, y le dije:
-Tú me das vida, como un montón de oxígeno.
Me parece que estaba esperando algo así, porque se acercó aún más, sí, yo también lo estaba esperando.No lo sabía, pero lo necesitaba.Iba a pasar. Sí.
Cerré los ojos.Estaba tan cerca que podía notar su respiración.Pero entonces...llamaron al timbre.Bajé la cabeza.
Ed se rió, y se levantó.
-Que rápido.-Dijo.
-¿El qué?
-Bueno, pensaba en invitarte a cenar, así que encargué una pizza.
-Oh, que amable.
Abrió la puerta cogió la pizza, pagó y demás.
El beso nunca existió, sólo fue un...un...un redoble, digamos.Pues para ser un redoble era demasiado.
Cenamos.
-¿Vemos una peli?-Me preguntó.
-Vale.¿Cuál?
-No sé, ¿cuál quieres ver?
-Humm... tengo ganas, no sé porqué, de ver Shrek.
-¿Enserio?
-Sí.-Dije, riéndome.
-Vale, no te rías, pero la tengo en DVD. 
-¡Pues ponla!
Se fue a buscarla, la trajo, también había traído una manta.
-¿Tienes frío?-Me preguntó.
-Un poco.
-Toma.-Y me la dio.
Me quité los zapatos y me senté con los pies en el sofá, arropada con la manta.
-Eres tan adorable.-Me dijo.
-Calla y pon la peli.
La puso, y se sentó cerca de mí.
-Pero no te quedes ahí, ven.-Le dije, se acercó, y le tapé con la manta.
Apoyé mi cabeza en su hombro, y me parece que a los diez minutos de película me quedé dormida.
-Lloyd, Lloyd, despierta.-Me dijo Ed, la película había acabado.
-AH, DIOS ME HE DORMIDO, ¿¡QUÉ HORA ES!? ME TENGO QUE IR.
Dije, alarmada y poniéndome los zapatos.
-Son las 21:30.
-MI MADRE ME MATA.
-Eh, espera, te acompaño.-Me dijo.
-No hace falta.
Sí, sí hacía falta.
-Que sí, que te llevo en coche.
-Que no.
-No seas cabezona, que te llevo.
-Está bien.
Y me dejó en la misma puerta de mi casa, ya iba a salir, pero me dijo:-Espera.-Me cogió de la mano, me acercó a él, y me besó.





martes, 20 de noviembre de 2012

Capítulo 7:

Puede.Puede que le conociera de hace menos de una semana, pero mira como se preocupaba por mí.Se me ocurrió decirle:
-Llévame a otra parte.
-¿Qué? ¿a dónde quieres ir?
-Me da igual.
Llovía a cántaros.
-¿A mi casa?-Me preguntó.
-Me parece bien.
Me fui al baño para arreglarme y parecer presentable y nos fuimos.Menos mal que Ed había venido en coche, porque su piso estaba bien lejos de mi casa, y llovía muchísimo.
Llegamos y subimos.
-Vaya, si que ha cambiado este sitio desde que vine la otra vez.-Dije, con ironía.
-Que graciosa eres.-dijo Ed.-Ohhh hola, Bigotes, ¿has cuidado bien mis cosas mientras estaba fuera?-Le preguntó al gato.Que tierno era.
No pude evitar sonreír.
-¿Puedo preguntarte una cosa?-Me dijo Ed
-Claro.
-Ah, siéntate si quieres.-Y me senté en el sofá.- ¿Por qué eres tan distinta de cómo te describiste el otro día?
-¿Qué?
-Sí, pareces otra persona distinta.Mira, hasta hace nada estabas encerrada en tu habitación llorando.Y ahora hasta sonríes.
-Puede que sea porque contigo soy otra persona distinta.Puede que contigo sea yo misma.
Hace mucho que no soy así.
-Ya...
-No, no lo sabes bien.
Se hizo un silencio incómodo.
-¿Sabes qué todavía no me has enseñado tu casa?-Le pregunté, haciéndome la enfadada.
-Andaa... es verdad...ahora hago un tour, no te preocupes.
Y claro, nos reímos.
No había más que una habitación aparte del salón, la cocina y el baño.
Era pequeña, ahí tenía la guitarra, la cama, un portátil, una silla y una mesa.
Ah, y una estantería llena de cd's.
Encima de la mesa había un cuaderno.
-Puedes verlo si quieres.-Me dijo Ed.-Ahora vengo.
Lo cogí y lo abrí.Eran letras de canciones.Eran muchas canciones.Y no conocía ninguna, bueno, excepto una, Autumn leaves, la que cantó en el cementerio.
Había una que me llamó la atención, y busqué a Ed.
-¿Oye y esta?-Le pregunté mientras iba a entrar a la cocina.-¿Qué pone de pequeñas cosas?
-¡Nooooo, esa no la leas!-Dijo, bueno, más bien gritó.-¡Dame eso!
-Emmm ¡NO! -Y salí corriendo.-Ohhh que bonita es.-Dije, como si la hubiera leído (sólo había visto el título) y me senté en el sofá.
-Ya, claro.No está terminada, por lo tanto, no la leas.
-¿Qué me das si no la leo?
Y sonrió.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Capítulo 6:

Odiaba los días lectivos.
No tenía ningún interés en ir a clase.Porque no me relacionaba con nadie.
En el recreo los chicos se ponían en las pistas a jugar al baloncesto, otros daban vueltas por el recinto, etc. Las chicas hacían pequeños grupitos al rededor de las pistas y en otras zonas del patio. También estaban los malotes que se ponían a fumar detrás del gimnasio. Y luego estaba yo, sentada en un banco, con los cascos puestos y aislada del mundo.Así pasaba los recreos y la mayoría de mi tiempo libre.Hace un mes no, por supuesto.Hace un mes me hablaba con todo el mundo y pasaba mi tiempo con Taylor.¿Pero ahora, qué me queda?
Si no quiero hablar con nadie.Bueno...con nadie...Ed era distinto, sí...
Era miércoles, el día estaba un poco triste y yo estaba como siempre, sentada en el banco de piedra,con la capucha de mi sudadera puesta, apartada del resto de mortales.
Wake me up when September ends, sonaba. Me recordó al domingo, cuando estuve con Ed.
Pasó de largo un chaval que iba a mi curso, pero se notaba que había repetido.Era el doble que yo y tenía cara de pocos amigos.Pasó de largo, pero se giró y clavó la mirada en mí.
Y se acercó.No me caía bien, siempre armaba jaleo.Pero Taylor si se habló alguna vez con él.
-Ehhhhh ¿qué haces aquí marginada?-Me dijo, de malas maneras.
No le contesté.
-Chss, que te he hablado, rubia.
Me quité los cascos.
-No te importa.-Le dije, con desprecio.
-Uh que borde.¿Tú eras la amiga de la que se mató en un coche, no? esa si que era maja y guapa.No como tú, que mírate, vaya cara.-Dijo, señalándome.
Sólo tenía ganas de salir corriendo y llorar.
-¿Y sabes qué?-me dijo, acercándose a mi oído- Deberías haber muerto tú en vez de ella.-dijo, en un susurro.Y se fue.
Me dejó helada.No pensé en nada más en todo el día.Cuando llegué a mi casa no dije nada a nadie y me encerré en mi habitación.Me tumbé en la cama y me hice un ovillo.
 Tenía razón ¿Debería haber muerto yo en vez de Taylor?...  Pasaron las horas y lo único que hice fue llorar.Yo no servía para nada.
-¡Lloyd!-escuché decir a mi madre.
No contesté.
-¡¡Lloyd!! ven, baja.
Pasé de bajar.
-¡¡¡LLOYD!!!
Me incorporé pero era tarde, escuché pasos por la escalera.
Y alguien abrió la puerta.
Me levanté.Era mi madre.
-Lloyd, hija te he llamado tres veces y no contestas.
-Ya, ya.¿Qué pasa?
-Que tienes visita.-Y Ed asomó la cabeza por la puerta.
-Hola.-Me dijo.Y entró.
-Bueno os dejo,estaré abajo.-Dijo mi madre, y cerró la puerta.
-No tienes buena cara.-Me dijo Ed,
-Que más te dará.¿Qué quieres?
-Hablar contigo.
-¿De qué?
-De lo que sea.¿Qué tal?
-Bien... 
No, no, no estaba bien.Me había pasado la tarde llorando, bien no estaba.Y Ed lo notaba, así que decidí contarle lo ocurrido en el recreo.
-¿¡QUÉ TE DIJO QUÉ!?
-Sí...bueno ya sabes...tenía algo con Taylor. De hecho, Taylor falleció porque había quedado con ese en no sé donde, ella cogió el coche y se cruzó con un borracho al volante, y...
-Ya.Y al tío lo único que le importa es que se quedó sin chica.Seguramente no apareció ni por el funeral.
-Por supuesto que no.
-Vaya gente con la que se juntaba Taylor.
-Se juntaba conmigo.
-Ya, digo aparte de ti.Mira, ignora a ese, seguro que le dará un coma etílico un día de estos.
-A lo mejor me suicido un día de estos.
Ed se quedó de piedra.
-No sirvo para nada, lo único que hago es estar deprimida, no tengo porqué soportar esos comentarios que me hacen.
-Lloyd, las peores cosas de la vida vienen con nosotros.No vas a estar triste eternamente.
-No tengo a nadie.
-Me tienes a mí.


miércoles, 14 de noviembre de 2012

Capítulo 5:

¿Qué me acababa de decir? ¿Qué era perfecta? ¿Enserio?
-¿Qué?-le dije
Iba a contestarme, pero de pronto llegó un señor con cara de pocos amigos y escoba en mano.
-¡EH, VOSOTROS! ¡LOS DE LA GUITARRITA! ¿¡QUÉ OS CREÉIS!? ¿QUÉ PODÉIS HACER UN CONCIERTO PRIVADO? A CANTAR A VUESTRA CASA, VENGA.
Miré a Ed con cara de asustada.
-Joder.Corre Lloyd, acaba de coger un rastrillo.-Me dijo Ed, mientras se levantaba.
No pude evitar sonreír.
-¡FUERA!-Nos volvió a gritar.
Y salimos corriendo.
Cuando llegamos al coche no podía parar de reír, al igual que Ed.
-¿Qué acaba de pasar?-Le pregunté a Ed.
-No sé, quizá le moleste que despertemos a los muertos.
Eso ya no me hizo tanta gracia, ya que pensé en Taylor, y me puse seria.
-Perdón.-Me dijo,avergonzado.
-No pasa nada.
-Anda sube al coche.-Dijo, y me abrió la puerta.
-¿A dónde vamos?-Le pregunté.
-A donde quieras.
-Llévame a casa.
-¿Enserio?
-Sí.Estoy cansada y es tarde.
-Como quieras.
Encendí la radio y estaba sonado Wake me up when September ends.
Me encantaba esa canción.
Fuimos todo el camino en silencio.Era un silencio incómodo, y eso lo odiaba.
Me giré y vi la guitarra en el asiento trasero del coche.
Ed me vio.
-Estoy pensando en decorarla.
-¿Qué?
-La guitarra, digo. A lo mejor le pinto algo.
-Ah.Hazlo. Seguro que te queda genial.
Aparcó en frente de mi casa y me acompañó hasta la puerta.
La abrí y me despedí de Ed.
-Bueno...me lo he pasado bien hoy.
-¿Sólo bien?
-Muy bien.Ha habido momentos más divertidos que otros, pero, sí.
Sonrió.
-Gracias por todo.-Le dije.
-De nada.Hasta otro día-Dijo, y ya se iba alejando y yo estaba cerrando la puerta, pero dijo:
-¡Espera!-Me dijo mientras se acercaba.
-¿¡Qué!?
-Recuerda que eres perfecta.-Dijo, y ya sí que se fue, sin esperar una respuesta.
Me dejó allí, en la puerta de mi casa, confundida.
Cerré y fui a mi habitación.
Como no, no había nadie en casa.Me cambié.Ya era de noche...que rápido.
Me puse a pensar en Ed.¿Por qué diría que era perfecta? ¿Qué entendía él por perfección ?
Porque yo era todo lo contrario a perfecta.Y con Ed era mejor que cuando estaba en clase...
Oh, mañana tendría que volver al instituto.Que bien. Llegaron mis padres y cenamos. Me preguntaron que qué tal con ese amigo 'nuevo' que me había echado.Como si acabara de volver al jardín de infancia, vamos.
Vi la televisión hasta que me fui a dormir.
Había sido un día muuuuy largo...



lunes, 12 de noviembre de 2012

Give me love.

El viernes se estrenó el vídeo de 'Give me love' y por si no lo habéis visto (que si sois Sheerios  ya os vale... xD) es este: https://www.youtube.com/watch?v=FOjdXSrtUxA
El principio puede dar mal rollo (LOL) pero el vídeo me encanta *-*

sábado, 10 de noviembre de 2012

Capítulo 4:

Tras decir eso, Ed se quedó pensativo.
-Ahora el que da miedo eres tú.-Le dije.
Se rió, mientras me miraba  con cara de tener una gran idea, y dijo:
-Vámonos.
-¿Eh? ¿A dónde?-Le dije, sin entender nada.
-A ver a Taylor.
Oh dios, no.
-¿¡A VER A QUIÉN!?-Le grité.
-Lloyd tranquila, si no quieres no pasa nada.
No me sentía bien por haberle gritado, pero no quería ir al dónde quiera que se suponía que estuviera Taylor...aunque con Ed...
Miré por un momento su guitarra.
-Hagamos un trato.-Le dije.
-¿Cuál?
-Vamos a dejarla flores, pero luego cantas algo con la guitarra.
-¿Lo que yo quiera?
-No.Esa canción que tocaste ayer, en el banco del parque.
-Pero no la tengo terminada.
-Pues la terminas.
-Vale, no me pegues.-dijo, con cara de asustado ( en realidad intentaba no reírse).
Bajamos a la calle, y nos metimos en la floristería que había al lado de su casa.
Sorpresa, estaba abierta.
-¿Qué flores quieres?-me preguntó Ed.
-Te lo dije esta mañana.
-Ah...-dijo pensativo-Deme un ramo de margaritas.-Le dijo al dependiente.
-El más pequeño que tenga-Dije yo.
Nos lo dio, Ed pagó (ya que era él el que quería ver a Taylor) y nos metimos en su coche.
Era un coche que ya tenía sus años.Pero iba bien, así que para Ed era perfecto.
Llegamos al cementerio.Pero yo no me levanté del asiento.
-¿Qué hacemos?-Me preguntó.
-Termina la canción.
Sacó una hoja de papel y un lápiz de un bolsillo de la sudadera, salió del coche y se apoyó en el capó para escribir.
Pasaron 5 minutos y decidí poner la radio del coche.Miré las flores, eran sencillas, pero a la vez bonitas.Me recordaron a Taylor, y una lágrima recorrió mi mejilla.
Al cabo de 20 minutos Ed me dijo que ya estaba.
Me temblaban los brazos y las piernas.
Salí del coche.Me estaba poniendo hasta mala.Tenía el ramo en la mano izquierda y lo apreté con fuerza.
-Eh Lloyd, dame el ramo, que lo vas a destrozar.-dijo Ed, y me tendió la mano para que se lo diera. Se lo di y estaba más nerviosa porque ya no tenía a nada a lo que aferrarme.
Creo que Ed se dio cuenta porque me dijo:
-Dame la mano.
Y me agarré con mucha fuerza.Seguramente le hizo daño, pero no se quejó.
Entramos al cementerio.Lleno de cipreses y lápidas.Que miedo me daba todo aquello, aunque fuera de día.
Sabía donde estaba la lápida de Taylor porque hacía un mes que fui, así que guié a Ed.
Y allí estaba.Apreté aún más la mano de Ed.
-Toma las flores.-Me dijo.
Me solté y las cogí.
Las miré por un momento.Parecía que había menos, a lo mejor, porque las estrujé antes y las había destrozado.
Las dejé sobre la lápida de Taylor, y me quedé contemplando la escena.
Ed estaba detrás de mi, con la guitarra al hombro.
-Ya puedes tocar.-Le dije, con un hilo de voz y los ojos llorosos.
-Lloyd, si quieres nos vamos.
-Entonces romperías el trato.
-Está bien.-Dijo, con una sonrisa triste.
Se sentó en una roca bien grande que  había por ahí y empezó a tocar los acordes.
Era preciosa.
Y empezó a cantar:
Another day, another life.
Passes by just like mine
It's not complicated

Another mind, another soul
Another body to grow old
It's not complicated

Do you ever wonder if the stars shine out for you?

Float down
Like autumn leaves
Hus now
Close your eyes before the sleep
And your miles away, And yesterday
You were here, with me

Era preciosa, y todo verdad.A mi me hubiera costado mucho cantarla y tocarla a la vez, porque estaría pensando en Taylor, y además que estoy temblando un montón.
Pero Ed estaba ahí, tan tranquilo.
Terminó la canción, y le dije:
-Es perfecta.
-Como tú.-Respondió.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Capítulo 3:

No sé porqué le dije que quería ver su casa.Creerá que, o bien soy una cotilla, o que quiero algo con él.Y nada de eso, sólo quería ver su casa.No sé, me entraba la curiosidad.Bueno, quizás un poco cotilla sí que soy.
Abrió la puerta del piso, y entramos.Su casa era pequeña, pero espaciosa, ya que no tenía muchos muebles.Se veía que tendría una habitación, como mucho dos, y en lo que se suponía que era el salón, había un sofá, una mesa y una tele.Pero había algo muy bonito en esa casa, y eran las vistas que tenía.
-Por aquí puedes ver media ciudad.-Le dije, asomándome a la ventana.
-Sí, claaro, claaro.-Me dijo Ed, con sarcasmo.-Siéntate, si quieres.-dijo, señalando al sofá.
-Ah sí.
-¿Quieres un té?-Me preguntó.
-¿Un té?-Pregunté.Claro, eran las once de la mañana, era lo más normal.-Eh sí, gracias.
-Vale.-Dijo, riéndose.Y se fue hacía lo que suponía que era la cocina.
Me senté en el sofá, y estaba tan tranquila, hasta que algo se abalanzó sobre mí.
-AAAAAAAAH.-Grité, pero luego me di cuenta de que era una cosita peluda parecida a un peluche.Un gato gris con rayas negras.
-¿¡Qué pasa!?-Gritó Ed, mientras venía.-Ah ya os habéis conocido.¿Te dan miedo los gatos?
-No, pero me ha pegado un susto.
Ed se rió, a lo que yo le miré con el ceño fruncido.
-¿Cómo se llama?
-Bigotes.
-¿Enserio?
-Sí, jajaj.
Y la verdad que el nombre le pegaba demasiado.
Estuvimos hablando durante dos horas, quizás tres, de cosas sin importancia, o bien de Taylor, y también de lo que cantaba Ed.
Hasta que me sonó el móvil.
-Joder.-Dije yo.
-¿Quién es?-Me preguntó Ed.
-Mi madre...-Dije, mientras descolgaba.
(conversación entre Lloyd y su madre)
-¿Sí?
-¿Qué tal?-Me preguntó mi madre.
-Bien.-Justo en ese momento Ed se puso a tocar la guitarra.Tan oportuno como siempre.
-Hija, ¿Dónde estás?-Puse tal cara que Ed dejó de tocar.
-Con un amigo.
-¿Qué? ¿Qué amigo?
- Pues un amigo.
-¿Del instituto?
-No...es...ehmm...es el amigo del primo de la chica que conocí en ese campamento.-Obviamente no le iba a decir a mi madre que a Ed lo había conocido ayer, y en la calle, así porque sí.
-¿Qué campamento? Si tú nunca te has ido de campamento.
-Que sí, mamá, ese al que fui cuando tenía seis años.
Ed se estaba quedando alucinado.
-¿Ah pero te sigues hablando con esa chica?
-Claro.-Mentira, hacía 11 años que no hablaba con esa niña.
-Bueno, pues tu padre y yo nos vamos a dar un paseo, cuando quieras vuelves.
-Sí, sí, adiós.-Dije, y colgué.
(Fin de la conversación)
-Con qué el amigo del primo de la chica que conociste en un campamento cuando tenías seis años, ¿eh?-Dijo Ed, divertido.
-Ed, por favor.Si le digo la verdad se pondría histérica.
-Ya...
-Pero mira el lado positivo de todo esto, puedo estar el día fuera.
-¿Y eso?
-Por que mis padres también estarán fuera.-Dije, mientras acariciaba el lomo de Bigotes, como si yo tuviera un plan malvado para dominar la Tierra.
-Que miedo das.-Dijo Ed, poniendo los ojos en blanco.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Capítulo 2:

Entré en casa, y mis padres estaban en la cocina.Les saludé y mi madre me dijo:
-Vaya, te veo más animada.
-Lo estoy.-Le contesté.
-¿Ves como te hacía bien dar un paseo?-me dijo mi padre.
Y tanto, pensé yo.
Aquella tarde estuve pensando en ese chico.Y por la noche no pude dormir (como de costumbre desde que falleció Taylor, mi mejor amiga) pero estuve pensando en él.
Quería volver a hablar con él.Porque yo no tenía muchas amistades que digamos.
Y Ed era muy dulce. Estuve pensado en como volver a encontrarme con él.
¿Dijo algo de que tocaba en el metro, verdad?
Pues eso haría, buscarle.
¿¡Pero en qué estación!? Bueno, dijo que vivía en el centro, así que supongo que no tocaría muy lejos...
Dormí muy poco, y me desperté muy pronto.Así que, como tenía tiempo, miré mi mapa del metro, para mirar por que estaciones buscarle.Cuando ya tenía medio mapa estudiado, me miré al espejo.Tenía una pinta horrible.¿Cómo es que me dejaron salir así a la calle ayer?
Me arreglé un poco el pelo, y dejé el chándal  a un lado.Sí, la muerte de Taylor me afectó tanto que siempre iba con ése chándal feo del colegio.Me puse una sudadera, unos vaqueros y unas converse negras.No, no iba arreglada, pero al menos la gente no me miraría raro por la calle.
-¿Vas a salir?-me preguntó mi padre, sorprendido.
-Sí.Es que ayer me sentó muy bien ir al parque.-Le contesté.
-Ah, bien.-dijo, y se fue.
Salí de casa, con prisa, dirección al metro.No sabía porqué tenía tanta prisa.Estaba buscando a un chico con una guitarrita, no hacía falta correr.Pero, no sé, tenía ganas de volver a hablar con él.
Le encontré sentado en la calle, cerca de la estación de Edgware
Road.
Estaba cantando no sé qué de una chica que le daba amor a no sé quienes.
La verdad, cantaba y tocaba genial.

And in a pipe, she flies to the Motherland
Or sells love to another man.
It's too cold outside...

-Sí hace frío, sí.-Le corté.
Me miró, y exclamó
-¡Lloyd! me has encontrado.
-Sí, y no ha sido fácil.
-¿De verdad?
-No, en realidad he parado en esta estación, y mira, aquí estás.-Dije, con una sonrisa.
Se rió.
-¿Quieres dar una vuelta?-Me dijo.
-Vale.
Y andamos por la calle.
-Bueno, Lloyd, ayer te conté cosas de mí, pero yo no sé nada de ti.
-Sí que sabes.Sabes como me llamo, y sabes donde vivo.
-Es verdad, pero tú eso ya lo sabes de mí.-Rió otra vez.
-Está bien.Tengo 17 años, soy casi anti-sociable, odio los gatos...
-¿¡Enserio!?-Exclamó .
-No, jajaj, es broma.
-Uf, menos mal.-Dijo, sonriendo.
En ese momento pasamos delante de una floristería.
-Ah, algo que si que odio son las rosas.-Dije.
-¿Por qué?-Preguntó.
-No sé, pero no me gustan.
-¿Ni siquiera las rosas blancas?.
-Esas las que menos.Para mi gusto, es más bonita una margarita, o un diente de león, que una rosa.
-Bueno, de flores no entiendo.-Dijo, metiéndose las manos en un bolsillo de la sudadera naranja que llevaba.-¿Quieres un caramelo?-Dijo divertido.
-No, gracias.
-Bueno.¡Mira! en esos pisos vivo yo.-Dijo, señalando a un edificio que teníamos enfrente.
-Ah...quiero ver tu casa.
-¿Pero y si yo no quiero que la veas?-Me dijo, frunciendo el ceño.
Me quedé cortadísima.
-Es broma, Lloyd, vamos, sube.-
Y me abrió la puerta.


domingo, 4 de noviembre de 2012

Capítulo 1:

Me le quedé mirando por un momento, hasta que se dio cuenta de que le miraba.Así que saqué el móvil, y hice como si estuviera mirando y escribiendo mensajes, cuando en realidad, no sabía ni lo que estaba haciendo.Sentí una sombra delante de mí. Alcé la vista, y le vi, ahí, de pie, mirándome.
- Hola.-Me dijo.Miré para otro lado, no le conocía de nada, pasaba de saludarle.
-¿Hola?-Repitió, esta vez en forma de pregunta.
-Hola...-dije, tímidamente.
-¿Me puedo sentar?-Preguntó, señalando al banco.
-Como quieras.-Respondí, sin darle importancia.Se sentó en el otro extremo del banco, guardando las distancias.Sacó la guitarra y se puso a afinarla.No entendía mucho de guitarras, pero era muy pequeña, como si fuera de niño o algo así.Empezó a tocar una una melodía muy bonita.Dejé de mirarle, y volví a lo mío.A mirar el cielo y a pensar en mis cosas.
Sin darme cuenta, otra vez, empecé a llorar.El chico dejó de tocar y me dijo:
-¿Qué te pasa?
-Nada.-Le respondí, secándome los ojos.
-No parece que no te pase nada.
No le contesté, ¿para qué? no era asunto suyo.
-Me lo puedes contar.-Siguió diciendo.Vaya un pesado.
-No creo que te interese, además no te conozco de nada.-Le dije.
-Ah...bueno, me llamo Edward, aunque todo el mundo me llama Ed. Tengo 21 años y me encanta la música y los gatos.Vivo en un piso en el centro, y toco todos los días en la puerta del metro.¿Ya me conoces algo más?
-Sí, claro, algo si que te conozco más.
-¿Y puedo saber tu nombre, por lo menos?
-Sí...-dije tímidamente.-Me llamo Lloyd.
-Oh, Lloyd. Que nombre más bonito.
-Gracias.-Dije, sorprendida, porque nadie nunca antes me había dicho que mi nombre era bonito.
Y siguió tocando.Tocaba muy bien, la verdad.Y parecía buena gente, a la vez que era amable.
-Mi mejor amiga falleció hace un mes.-Dije.
Paró de tocar de golpe.
-¿Qué? oh....eso es horrible...-dijo despacio.-Lo siento.
-Yo también.-Dije con lágrimas en los ojos.
-La echas de menos.
-Muchísimo.Era algo más que una amiga, era mi hermana.Nos lo contábamos absolutamente todo, hablábamos casi todos los días.Pero se ha ido.Y no volverá.
Y ahí me derrumbé.
-Oh, ven- me dijo, abriendo los brazos.
Me daba igual si era un desconocido, por lo menos se preocupaba.
Y ahí estaba yo, llorando, y Ed abrazándome.Una buena estampa, claro, claro.
-¿Te acompaño a casa?-Me preguntó, al oído.
-Por favor.-Dije, levantando la cabeza y echándome el pelo para atrás.
Le dije donde vivía y me acompañó hasta la puerta.Me despedí y le di las gracias.
No sé porqué, pero me cayó bastante bien.


sábado, 3 de noviembre de 2012

Prólogo


Era una mañana de otoño, caían las hojas sobre la fuente de aquél parque.
Estaba sentada sobre un banco, con la mirada perdida, mirando al horizonte. Oía música, aunque no le estaba prestando mucha atención, más bien estaba meditando sobre aquello.Había pasado un mes ya de eso.''-Ya sé que es duro-me decía mi madre-pero tienes que seguir adelante.'' El caso es que no podía seguir adelante.Y sin darme cuenta, una lágrima recorrió mi mejilla.Presté atención un momento a lo que estaba escuchando, The Scientits de Coldplay. ''Nadie dijo que fuera fácil'' que razón.
Era pronto y hacía un poco de frío, por lo que no había nadie en el parque.Pero, a lo lejos vi a un chico.Pelirrojo, su color de pelo era tirando a naranja zanahoria.Iba a paso lento,admirando el paisaje.Tenía una funda de guitarra echada al hombro.
Se iba acercando cada vez más a donde estaba yo.