miércoles, 7 de noviembre de 2012

Capítulo 3:

No sé porqué le dije que quería ver su casa.Creerá que, o bien soy una cotilla, o que quiero algo con él.Y nada de eso, sólo quería ver su casa.No sé, me entraba la curiosidad.Bueno, quizás un poco cotilla sí que soy.
Abrió la puerta del piso, y entramos.Su casa era pequeña, pero espaciosa, ya que no tenía muchos muebles.Se veía que tendría una habitación, como mucho dos, y en lo que se suponía que era el salón, había un sofá, una mesa y una tele.Pero había algo muy bonito en esa casa, y eran las vistas que tenía.
-Por aquí puedes ver media ciudad.-Le dije, asomándome a la ventana.
-Sí, claaro, claaro.-Me dijo Ed, con sarcasmo.-Siéntate, si quieres.-dijo, señalando al sofá.
-Ah sí.
-¿Quieres un té?-Me preguntó.
-¿Un té?-Pregunté.Claro, eran las once de la mañana, era lo más normal.-Eh sí, gracias.
-Vale.-Dijo, riéndose.Y se fue hacía lo que suponía que era la cocina.
Me senté en el sofá, y estaba tan tranquila, hasta que algo se abalanzó sobre mí.
-AAAAAAAAH.-Grité, pero luego me di cuenta de que era una cosita peluda parecida a un peluche.Un gato gris con rayas negras.
-¿¡Qué pasa!?-Gritó Ed, mientras venía.-Ah ya os habéis conocido.¿Te dan miedo los gatos?
-No, pero me ha pegado un susto.
Ed se rió, a lo que yo le miré con el ceño fruncido.
-¿Cómo se llama?
-Bigotes.
-¿Enserio?
-Sí, jajaj.
Y la verdad que el nombre le pegaba demasiado.
Estuvimos hablando durante dos horas, quizás tres, de cosas sin importancia, o bien de Taylor, y también de lo que cantaba Ed.
Hasta que me sonó el móvil.
-Joder.-Dije yo.
-¿Quién es?-Me preguntó Ed.
-Mi madre...-Dije, mientras descolgaba.
(conversación entre Lloyd y su madre)
-¿Sí?
-¿Qué tal?-Me preguntó mi madre.
-Bien.-Justo en ese momento Ed se puso a tocar la guitarra.Tan oportuno como siempre.
-Hija, ¿Dónde estás?-Puse tal cara que Ed dejó de tocar.
-Con un amigo.
-¿Qué? ¿Qué amigo?
- Pues un amigo.
-¿Del instituto?
-No...es...ehmm...es el amigo del primo de la chica que conocí en ese campamento.-Obviamente no le iba a decir a mi madre que a Ed lo había conocido ayer, y en la calle, así porque sí.
-¿Qué campamento? Si tú nunca te has ido de campamento.
-Que sí, mamá, ese al que fui cuando tenía seis años.
Ed se estaba quedando alucinado.
-¿Ah pero te sigues hablando con esa chica?
-Claro.-Mentira, hacía 11 años que no hablaba con esa niña.
-Bueno, pues tu padre y yo nos vamos a dar un paseo, cuando quieras vuelves.
-Sí, sí, adiós.-Dije, y colgué.
(Fin de la conversación)
-Con qué el amigo del primo de la chica que conociste en un campamento cuando tenías seis años, ¿eh?-Dijo Ed, divertido.
-Ed, por favor.Si le digo la verdad se pondría histérica.
-Ya...
-Pero mira el lado positivo de todo esto, puedo estar el día fuera.
-¿Y eso?
-Por que mis padres también estarán fuera.-Dije, mientras acariciaba el lomo de Bigotes, como si yo tuviera un plan malvado para dominar la Tierra.
-Que miedo das.-Dijo Ed, poniendo los ojos en blanco.

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