sábado, 10 de noviembre de 2012

Capítulo 4:

Tras decir eso, Ed se quedó pensativo.
-Ahora el que da miedo eres tú.-Le dije.
Se rió, mientras me miraba  con cara de tener una gran idea, y dijo:
-Vámonos.
-¿Eh? ¿A dónde?-Le dije, sin entender nada.
-A ver a Taylor.
Oh dios, no.
-¿¡A VER A QUIÉN!?-Le grité.
-Lloyd tranquila, si no quieres no pasa nada.
No me sentía bien por haberle gritado, pero no quería ir al dónde quiera que se suponía que estuviera Taylor...aunque con Ed...
Miré por un momento su guitarra.
-Hagamos un trato.-Le dije.
-¿Cuál?
-Vamos a dejarla flores, pero luego cantas algo con la guitarra.
-¿Lo que yo quiera?
-No.Esa canción que tocaste ayer, en el banco del parque.
-Pero no la tengo terminada.
-Pues la terminas.
-Vale, no me pegues.-dijo, con cara de asustado ( en realidad intentaba no reírse).
Bajamos a la calle, y nos metimos en la floristería que había al lado de su casa.
Sorpresa, estaba abierta.
-¿Qué flores quieres?-me preguntó Ed.
-Te lo dije esta mañana.
-Ah...-dijo pensativo-Deme un ramo de margaritas.-Le dijo al dependiente.
-El más pequeño que tenga-Dije yo.
Nos lo dio, Ed pagó (ya que era él el que quería ver a Taylor) y nos metimos en su coche.
Era un coche que ya tenía sus años.Pero iba bien, así que para Ed era perfecto.
Llegamos al cementerio.Pero yo no me levanté del asiento.
-¿Qué hacemos?-Me preguntó.
-Termina la canción.
Sacó una hoja de papel y un lápiz de un bolsillo de la sudadera, salió del coche y se apoyó en el capó para escribir.
Pasaron 5 minutos y decidí poner la radio del coche.Miré las flores, eran sencillas, pero a la vez bonitas.Me recordaron a Taylor, y una lágrima recorrió mi mejilla.
Al cabo de 20 minutos Ed me dijo que ya estaba.
Me temblaban los brazos y las piernas.
Salí del coche.Me estaba poniendo hasta mala.Tenía el ramo en la mano izquierda y lo apreté con fuerza.
-Eh Lloyd, dame el ramo, que lo vas a destrozar.-dijo Ed, y me tendió la mano para que se lo diera. Se lo di y estaba más nerviosa porque ya no tenía a nada a lo que aferrarme.
Creo que Ed se dio cuenta porque me dijo:
-Dame la mano.
Y me agarré con mucha fuerza.Seguramente le hizo daño, pero no se quejó.
Entramos al cementerio.Lleno de cipreses y lápidas.Que miedo me daba todo aquello, aunque fuera de día.
Sabía donde estaba la lápida de Taylor porque hacía un mes que fui, así que guié a Ed.
Y allí estaba.Apreté aún más la mano de Ed.
-Toma las flores.-Me dijo.
Me solté y las cogí.
Las miré por un momento.Parecía que había menos, a lo mejor, porque las estrujé antes y las había destrozado.
Las dejé sobre la lápida de Taylor, y me quedé contemplando la escena.
Ed estaba detrás de mi, con la guitarra al hombro.
-Ya puedes tocar.-Le dije, con un hilo de voz y los ojos llorosos.
-Lloyd, si quieres nos vamos.
-Entonces romperías el trato.
-Está bien.-Dijo, con una sonrisa triste.
Se sentó en una roca bien grande que  había por ahí y empezó a tocar los acordes.
Era preciosa.
Y empezó a cantar:
Another day, another life.
Passes by just like mine
It's not complicated

Another mind, another soul
Another body to grow old
It's not complicated

Do you ever wonder if the stars shine out for you?

Float down
Like autumn leaves
Hus now
Close your eyes before the sleep
And your miles away, And yesterday
You were here, with me

Era preciosa, y todo verdad.A mi me hubiera costado mucho cantarla y tocarla a la vez, porque estaría pensando en Taylor, y además que estoy temblando un montón.
Pero Ed estaba ahí, tan tranquilo.
Terminó la canción, y le dije:
-Es perfecta.
-Como tú.-Respondió.

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